El 23 de agosto de 2010 09:57,
LA LABOR DEL ESTADO NO ES RECUPERAR DEL SOCABÓN A MINEROS SEPULTADOS VIVOS, SU FUNCIÓN ES GENERAR LA INSTITUCIONALIDAD PARA QUE ESTO JAMÁS OCURRA.
Están vivos, la noticia irrumpió entrada la tarde del 23 de agosto haciendo explotar de alegría a todo un país, más todavía cuando las esperanzas comenzaban a tocar retirada. Bien por ellos, bien por esos hijos, madres, padres, esposas. Bien por este país que alguna alegría ya se merece, aun sea como subproducto de una tragedia como la de la mina San José.
Los 33 mineros saldrán del hoyo que por más de 100 años ha construido riqueza para un par de familias y miseria y peligro par varios cientos de mineros chilenos. El oficialismo desplegará su mayor esfuerzo comunicacional buscando mostrarse cercano a la gente y garante de los derechos laborales. Es un deber tratar de hacer la lectura no oficial, aquella menos épica, pero que sitúa a los actores en los lugares que han ocupado en esta y otras tragedias, en los lugares que han ocupado en permitir las condiciones que permiten la muerte de 35 trabajadores anuales, a propósito de condiciones laborales extremas.
La institucionalidad laboral chilena está subordinada a los principios rectores del paradigma neoliberal. De lo que se trata es de crecer, quien mejor lo hace es el sector privado y para ello requiere que las decisiones de inversión se sometan a las menores restricciones posibles en lo laboral, ambiental, impositivo, etc. La vida de un obrero en la minería, como la un buzo en la salmonicultura, o una temporera en la agricultura, es una mercancía que se compra y se usa, poco importa su condición de vida, ya que en tanto mercancía deshumanizada, puede perfectamente ser sustituida por otras mercancías que cumplan con la tarea.
El neoliberalismo hace ingeniería de formas que permitan al capital no enfrentar periodos extendidos en la caída de la tasa de ganancia, una parte de esta ingeniería está desarrollada sobre las condiciones laborales. Las formas de subcontratación, la flexibilidad laboral, el salario mínimo, la precarización del empleo no calificado, la inseguridad en labores riesgosas, la falta de inspección, etc. Son sólo muestras de cómo se busca extraer prusvalor- trabajo para permitir rentabilidad-capital.
Que sean los mismos que sustentan ideológicamente esta forma de trabajo, los que desde el poder legislativo actúan como bloque pro empresa, los que derramen lágrimas por sus efectos sobre un grupo de mineros, no debe nublarnos la mirada sobre la filosofía utilitarista que los mueve. Luego del despliegue comunicacional que el caso San José permita, de algunas medidas efectistas y nada estructurales, las cosas volverán a su centro y los chilenos y chilenas viviremos con el fantasma de otras minas San José mientras campee el Chile de unos poquitos.
PATRICIO SOTO CARAMORI
ASAMBLEA NACIONAL POR LOS DERECHOS HUMANOS CHILE
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