finemptyalemptylucroemptyahora

domingo, 31 de octubre de 2010

QUE PAGUE DERECHOS DE AUTOR


Ricardo Ojeda, autor del mensaje que dio la vuelta al mundo:
El minero de las 7 palabras desclasifica "secretos" ocultos a 700 metros de profundidad

No quiere romper el pacto de silencio, y por eso, durante la entrevista, pide tachar nombres, diálogos y detalles que son parte de la bitácora escrita al fondo de la mina.

JENNY DEL RÍO
"Que el minero Ojeda dé un paso al frente", dijo el Presidente Piñera al reunirse con los 33 rescatados de la mina San José, el lunes pasado en La Moneda.

"Yo avancé, y me dijo: 'así que usted es el que me anda pidiendo el mensaje de los 33 por los diarios. El papel original bien guardado. El que llevé a la gira por Europa era una copia'... No estaba enojado, pero lo vi serio", cuenta Ricardo Ojeda.

-¿Y le devolvió su mensaje?

"No, tengo que pedirle audiencia para tratar este asunto. Sólo quiero que el papel se guarde en un museo en Copiapó".

Ojeda (46) está en la casa del escritor Pablo Huneeus cuando recibe a "El Mercurio". Allí, el sociólogo le entrega el certificado de inscripción de la oración "Estamos bien en el refugio los 33" en el Registro de Propiedad Intelectual. El sociólogo inscribió la frase porque considera que es una creación literaria y que Ojeda puede cobrar derechos por su uso.

El minero, viudo hace ocho años, se desempeñaba como perforista en la San José. Dice estar cansado del acoso de los medios. Sí quiere viajar, y aceptará todas las invitaciones que le hagan otros países para ir a contar su experiencia. "Sin romper el pacto de silencio", acota.

Tal como lo dijo Franklin Lobos a este diario, Ojeda asegura que "abajo pasaron cosas raras". En el refugio había comida y agua para dos o tres días, suficiente para cuatro o cinco personas, no 33. "Encontramos 10 litros de agua mineral sin gas y 18 litros de leche, ocho litros estaban agrios, malos, no se podían tomar", cuenta.

"Allá abajo encontramos al minero 34, Jesús. Él fue multiplicando el poco alimento que teníamos. Comíamos juntos luego de orar, primero al medio día, después a las 5 de la tarde, y al final a las 19 horas... Nos pasábamos el alimento en una cuchara pequeña, y aunque nos íbamos debilitando cada vez más, al final pudimos soportar 72 horas sin comer... Ahí nos encontraron".

-¿Es verdad que se bebieron las orinas?

"Sí. Yo lo hice al séptimo día. Sabía que los uruguayos lo habían hecho. Se lo comenté a los demás, y me dijeron que estaba loco. Otros prefirieron tomar agua contaminada que estaba en unos tambores. Fue raro también que nadie se enfermara, y así nos lo dijeron los médicos cuando la analizaron".

Tajante, niega que hayan comido ratones: "en las minas hay ratas, pero allá, a 700 metros, no había nada... sólo calor insoportable y mucha, mucha humedad".

-¿Y qué pasó con el tema sexual allá abajo?

"Eso se bloqueó. Algunos hicieron bromas pidiendo muñeca inflables. Eran sólo eso, bromas. No había tiempo ni ánimo para pensar en sexo".

Como un rebaño

El día del derrumbe, Ojeda estaba perforando en el nivel 105 de la mina. Detonó 14 kilos y comenzó a subir. "Íbamos punteros (pide tachar el nombre del minero que lo acompañaba), y sentimos que la mina estaba 'cargando'. Mi compañero dijo 'se está acomodando'. Apuramos el paso, y sentimos el ruido ése; no se lo puedo describir. Sólo quienes trabajamos en la mina sabemos cómo es... Usted ni nadie se lo puede imaginar... Es aterrador; como si la roca se estuviera quejando a gritos".

Otros mineros venían subiendo desde el refugio, escapando mientras la nube de polvo los iba cubriendo en la oscuridad. "Nos encontramos, y tratamos de avanzar. No se podía. Llegamos al nivel 190, y luego subimos al 210... Allí nos quedamos todos como un rebaño de ovejas asustadas. ... una gran pared de piedra nos había atrapado, la chimenea también estaba tapada, y había un bolsón de aire que nos permitía respirar. Entonces llegó la camioneta (pide omitir quién la conducía), y nos llevó de vuelta al refugio ... éramos 31 arriba del vehículo.. de no creer", relata.

Los "viejos" y los jóvenes

Ojeda explica que ciertos detalles, nombres, marcas y diálogos que desliza en la entrevista no deben salir publicados, porque así lo pactaron allá abajo los 33. Cada uno puede contar su historia, pero no mencionar a los otros, porque eso será parte de la novela, película o lo que decidan hacer después con la bitácora que escribió Víctor Segovia.

Sí niega que haya habido fuertes divisiones, peleas y fricciones entre ellos durante los 69 días atrapados en las profundidades. Todas las "diferencias", como las llama, se resolvían con votación. No tenían "un" capataz, pero sí un orden y tareas y horarios de trabajo que se respetaban. Se fijaron horarios y ciclos de día y noche, "íbamos un paso adelante, y cuando nos encontraron, los psicólogos quisieron tratarnos como enfermos, como si fuéramos sus títeres. De eso nos quejamos, y todo se resolvió".

Ojeda dice también que no es efectivo que los más jóvenes lloraran como niños y que incluso escribieran cartas despidiéndose de sus familias. "Me duele decirlo, pero fueron los 'viejos' los que se echaron a morir y se tiraron al suelo. Los jóvenes era los más fuertes".

Con un poco de vergüenza, Ojeda sigue: "Había un 'viejo' que cuando estaba todo oscuro nos hablaba del cuco... Lo hacía en serio, y varios se asustaban con esas historias".

Ojeda, quien subió séptimo a la superficie en la Fénix 2, revela que abajo todos tenían la certeza de que mientras no los sacaran sus esposas y familias seguirían cobrando el sueldo. "Y eso era un alivio. Hay un minero que nunca apareció, y su mujer recibe el salario todos los meses".

Misterio de las piedras

Sobre el día mismo del rescate, recuerda que venía tan concentrado en la cápsula, que no sintió nada especial. "Salí, y por primera vez pude dormir 12 horas seguidas".

Y dice que recién ahora se explica el misterio de las piedras del mediático Mario Sepúlveda, el minero que salió de la Fénix 2 regalando trozos de rocas con pirita.

"Cuando estábamos allá abajo, Mario se perdió dos o tres días. Salía muy temprano, y volvía cansado con una bolsa repleta de piedras. Nunca nos dijo para qué. Alguien de arriba se las pidió para entregarlas de recuerdo".

La mina -agrega- rendía 7 gramos de oro por tonelada, "era medio rara esa mina, el oro se apegaba más a la pirita que al cuarzo. La veta era muy rica". Entrega otra serie de detalles sobre la seguridad de la mina que luego también pide tachar: "eso bórrelo, porque servirá para el juicio contra la empresa. No quiero que mis compañeros se enojen".

Al final de la entrevista, Huneeus le pide a Ojeda redactar un nuevo mensaje, lo que quiere hacer ahora. Sin dudarlo, toma su plumón rojo y escribe: "Quiero volver a ser natural otra vez".

Coincidencia o no, el minero número siete vuelve a redactar un texto de sólo siete palabras, como aquel que dio la vuelta al mundo.

''Había un 'viejo' que cuando estaba todo oscuro nos hablaba del cuco... Lo hacía en serio, y varios se asustaban con esas historias".

''Allá abajo encontramos al minero 34, Jesús. Él fue multiplicando el poco alimento que teníamos. Comíamos juntos luego de orar, primero al medio día, después a las 5 de la tarde y al final a las 19 horas...".




La bitácora de Segovia y un reality que se rechazó
Cuenta Ricardo Ojeda que en un comienzo él iba a escribir la bitácora de los 33.Alcanzó a redactar algunas hojas sueltas, pero luego decidieron apoyar al "escritor" Víctor Segovia. "¿Por qué? Muy simple, él tenía un cuaderno con más hojas. Todos lo apoyamos, le entregamos los lápices que teníamos y lámparas para que se iluminara", relata.

Segovia es el autor de la bitácora de 40 páginas, pero los derechos pertenecen a los 33. Tal como anticipó el abogado de los mineros, contiene más datos técnicos y descriptivos que cuestiones personales.

Desde el primer día abajo, supieron que más de alguien querría sacarle partido a la historia de los 33. "Conversamos que iban a escribir nuestra historia, que harían películas, documentales y novelas", dice el minero número 7.

Cuando ya pudieron comunicarse con sus familiares, les pidieron que fueran a una notaría en Copiapó y dejaran constancia sobre la marca "los 33".

Por primera vez revela que desde la superficie "querían hacer un reality con nosotros. Querían que reviviéramos todo desde el derrumbe y cómo nos habíamos salvado, querían filmarlo; eso no lo aceptamos".

En tanto, el escritor Huneeus ya planifica lo que quiere escribir: "El misterio de este minero que usa un lenguaje exacto...que escribe un mensaje de un significado y sentido literario enorme, que echó a andar todo un gigantesco proceso de rescate... de un mensaje que alguien se quiso echar al bolsillo".


ASAMBLEA NACIONAL POR LOS DERECHOS HUMANOS CHILE

No hay comentarios.:

visitas

LAS NOTICIAS DEL MUNDO EN UN CLIK

CON CHILE EN EL CORAZON

TVN EN VIVO

TVN EN VIVO
TELEVISION NACIONAL DE CHILE HAGA CLIK EN LA IMAGEN

TELEVISION DESDE EL SUR

TELEVISION DESDE EL SUR
VEA TELESUR EN VIVO HAGA CLIK EN LA IMAGEN

VEA TV CUBANA EN VIVO

VEA TV CUBANA EN VIVO
PARA VER HAGA CLIK EN LA BANDERA

CENTRO DE POLITICAS PUBLICAS

CENTRO DE POLITICAS PUBLICAS
INTERESANTE ESPACIO

FOTOS DIVERSAS

emptybastaemptyyaemptyemptyparenemptylaemptyrepresionemptyyemptymuerteemptyalemptypuebloemptymapuche

noticias de america

noticias de chile

MENU DE ARCHIVOS


VERDAD Y JUSTICIA NO A LA IMPUNIDAD

VERDAD Y JUSTICIA NO A LA IMPUNIDAD

NO QUEREMOS ESTE TIPO DE DEMOCRACIA

NO QUEREMOS ESTE TIPO DE DEMOCRACIA
foto perteneciente a EDUARDO SANCHEZ B

NO AL SECRETO DE LOS 50 AÑOS, JUSTICIA NADA MAS, NI NADA MENOS

NO AL SECRETO DE LOS 50 AÑOS, JUSTICIA NADA MAS, NI NADA MENOS