2 comentarios para “INTA detecta cultivo de maíces transgénicos”
Es un hecho gravísimo,de acuerdo a estudios de edafologicos, el suelo está cada vez más contaminado, semillas agua, aire, pesticidas, ambiente. Ello significa más hambre para el mundo.
Los transgénicos, son una plaga. Sus semillas son estériles, sus nutrimentos son de calidad dudosa, producen daño a la salud, al suelo, a los seres humanos. Hoy es dificil encontrar personas sanas, habría que hacer un estudio del por qué.
“Alimentos”, transgénicos, agua, aire, pesticidas, químicos, fármacos, y otros están involucrados, parece una espiral interminable.
Ojalá quienen sustentan el poder, científicos empresarios, economistas, intelectuales opten por verdaderos alimentos, que son los naturales no los modificados genéticamente.
Gusanos, insectos, no se comen los “alimentos” trans, porque se mueren, estos se comen los naturales, porque tienen todo lo que ellos necesitan. Estos son los alimentos que nosotros necesitamos para vivir de manera saludable.
Ganar dinero a costa de la muerte y la hambruna de otros, y de la destrucción del planeta,pensando que nadie lo tomará en cuenta, es irracional. Los hechos malos y buenos tienen una consecuencia. Si éstos son buenos, las consecuencias serán buenas, si son malos estos tendrán consecuencias desastrosas para sus autores sean creyentes o no. Hojalá recapaciten para el bien de todos.
Los transgénicos son organismos genéticamente manipulados con organismos nuevos creados en laboratorio, cuyas características se han alterado mediante la inserción de genes de otras especies.
A nivel mundial los cultivos transgénicos que prevalecen son aquellos resistentes a herbicidas y resistentes al ataque de insectos.
Numerosos estudios internacionales señalan que la siembra de cultivos transgénicos pueden dañar de forma irreversible el patrimonio agroecológico,por ejemplo la liberación al medio ambiente de polén proveniente de cultivos modificados genéticamente es una de las vías clásicas de contaminación, y probablemente la forma en que los maíces convencionales chilenos fueron contaminados.
La única normativa específica en Chile respecto a transgénicos se encuentra en una Resolución del Servicio Agrícola y Ganadero sobre Normas y Regulación de Liberación de Transgénicos. Según este decreto, sólo se autoriza en Chile la entrada de semillas transgénicas para multiplicación con fines de exportación. No se permite liberación de transgénicos para consumo.
Una Comisión Asesora de Liberación de Transgénicos (CALT), presidida por el SAG, establece los requerimientos de bioseguridad para los cultivos transgénicos en Chile. Esta comisión, no está abierta a la participación de organizaciones ciudadanas.
Por otra parte, la Ley de Bases Generales del Medio Ambiente, considera la liberación de transgénicos como actividad que debe someterse a un estudio de impacto ambiental obligatorio, pero no se aplica.
Chile ha permitido la internación de material transgénico para multiplicación desde el año 1992, sin embargo cada vez que las organizaciones sociales han solicitado información al Servicio Agrícola y ganadero sobre la superficie plantada y lugares de establecimiento de las mismas, la información ha sido denegada.
Estudios recientes (no oficiales) señalan que las especies modificados genéticamente que prevalecen en Chile, son Maíz y Soya. A propósito de la contaminación de maíces, queda en evidencia que las medidas de bioseguridad para este tipo de cultivo no se aplicaron o simplemente las autoridades encargadas de llevarlas a la práctica, una vez más actuaron de forma negligente.
Es por ello que la siembra de transgénicos en general, y sobre todo aquellos sin protocolos de bioseguridad, constituye un hecho gravísimo en Chile por el inminente riesgo de contaminación biológica a los centros de origen, cultivos y malezas cercanas emparentadas, lo que se traducirá para el país en la pérdida de su estatus de isla ecológica con productos sanos, ya que no podrá garantizar cultivos libres de transgenia.
Para clarificar aún más el rol de las autoridades de Gobierno en esta materia, es importante señalar que el ex ministro de Agricultura del Gobierno de Bachelet, Alvaro Rojas, ministro hasta fines del año 2007, fué un declarado promotor de los cultivos modificados genéticamente, promotor no sólo de la siembra de transgénicos, si no además de su establecimiento, comercialización interna y externa. Alvaro Rojas en Marzo del año 2007 recibió en Chile al vicepresidente de Monsanto, y junto a él, y en conferencia de prensa señalo que la iniciativa de Monsanto de establecer 25.000 hectáreas de soya transgénica en Chile, era una tremenda iniciativa que iba a contribuir a generar empleo en el campo, y que además iba a contribuir a transformar a Chile en una potencia agroalimentaria, o sea el ex ministro de agricultura de Bachelet, junto a los máximos ejecutivos de Monsanto, utilizando su investidura de autoridad pública, promovió de forma descarada el negocio de la transgenia, sin importarle los efectos ecológicos de esta práctica, y el daño irreversible para la imagen del país.
En materia de transgénicos, así como en tantas otras materias, el nivel de improvisación, de ausencia de políticas de desarrollo coherentes con nuestras particularidades como país, han contribuido de manera irreversible al descrédito de las autoridades de Gobierno, y también al descrédito de los representante de la Derecha, ya que junto a Frei (futúro candidato de la concertación), los senadores Allamand y Coloma han sido fervosos partidarios de la transgenia en Chile, e impulsan desde el senado un proyecto de ley para liberalizar el negocio de la transgenia en los suelos de Chile. (esta situación se encuentra denunciada en el video “transgénicos y Agrocombustibles” que circula a través del sitio http://www.youtube.com)
Concluyo, “Chile posee una débil regulación en materia de cultivos transgénicos y autoridades permisivas y carentes de conocimientos en materia de desarrollo agrícola sustentable, prueba de ello, y sin ánimo peyorativo, es que la actual ministra de agricultura, Marigen Hornkol, de profesión asistente social, es la ministra que sucedió en el cargo al transgénico Alvaro Rojas, como dicen los periodistas, raya para la suma, nuestro país no cuenta ni ha ratificado ni un protocolo de bioseguridad para cultivos modificados genéticamente, y no existe una ley de transgénicos, si no una norma interna del SAG que es insuficiente para cautelar la salud humana y prevenir la contaminación en la agricultura orgánica y convencional, en rigor nuestro país no cuenta con una política de desarrollo agrícola viable económicamente y competitiva, pero también socialmente justa y ecológicamente más sana”.
Asamblea Nacional Por Los Derechos Humanos Chile
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