
Foto de archivo, de 1971, de Salvador Allende, muerto durante el golpe que instauró la dictadura de Augusto Pinochet en septiembre de 1973 en Chile. El presidente chileno Sebastián Piñera está siendo presionado para que solicite a EEUU la difusión de archivos secretos que podrían ayudar a resolver numerosos crímenes ocurridos durante el gobierno militar.
File / AP Photo
Por MICHAEL WARREN y EVA VERGARA
The Associated Press
SANTIAGO -- Los sobrevivientes a los abusos cometidos durante la dictadura de Augusto Pinochet esperan que la visita de fines de marzo del presidente estadounidense Barack Obama derive en la difusión de archivos secretos de la CIA que podrían facilitar el enjuiciamiento de responsables de torturas y asesinatos de izquierdistas.
Dicen asimismo que la visita podría estimular al gobierno chileno a que cumpla su promesa de castigar a los responsables de abusos a los derechos humanos.
En Chile han sido condenadas más figuras asociadas con la represión que en ningún otro país latinoamericano donde hubo dictaduras. Estados Unidos ayudó desclasificando documentos relacionados con el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 y la represión que le siguió.
Entre quienes presionan al presidente chileno Sebastián Piñera para que tome medidas concretas en respaldo de las investigaciones independientes de estos crímenes figuran las hijas de dos presidentes cuyas muertes están rodeadas de interrogantes: Salvador Allende, quien se habría suicidado cuando los militares ingresaban al palacio presidencial durante el golpe, y su predecesor Eduardo Frei Montalva, un prominente opositor al gobierno de Pinochet al momento de su muerte, presuntamente envenenado, en 1982.
"Si el gobierno chileno actual tiene interés en conocer la verdad, en saber lo que pasó, (éste) es el momento", dijo Carmen Frei a Radio Cooperativa. "Si hay un cambio tan radical como creemos en la política de derechos humanos de Estados Unidos, es el momento que, si él viene a Chile, pueda recibir los oficios y las peticiones" del juez investigador.
La senadora Isabel Allende, hija de Salvador Allende, dijo que "la justicia tiene una deuda pendiente", que es "reconocer los numerosos delitos cometidos en esa fecha, identificando a quienes participaron, estableciendo sus responsabilidades penales, y conocer toda la verdad de ese día".
"Si bien la familia no tiene dudas respecto a la decisión del presidente Allende de defender con su vida la democracia, es importante que se realicen todas las acciones judiciales que busquen establecer la verdad de todas las muertes y desapariciones desde el 11 de septiembre de 1973", manifestó en una declaración escrita.
"Espero que el Estado colabore al máximo con la justicia", concluyó.
El abogado Eduardo Contreras, activista de los derechos humanos, dijo a la AP que "es absolutamente correcto y justo pedirle al presidente Obama que haga posible la desclasificación de documentos que ayuden a conocer la verdad acerca de la muerte del presidente Allende".
"Esa es una petición de Estado, debiera hacerlo el gobierno chileno... lo podría hacer Piñera", añadió.
Fuentes oficiales consultadas por la AP dijeron no saber si Piñera tocará el tema cuando se reúna con Obama. Piñera y sus colaboradores más estrechos están de gira en el exterior en estos momentos.
Contreras, que patrocinó a comienzos de mes 403 querellas relacionadas con 566 víctimas, no está del todo convencido de que Allende murió por su propia mano.
"Yo creo que la posibilidad del suicidio también es real. (Pero) La información que se conoce es que con posterioridad al disparo que se habría dado el presidente Allende... se abren las puertas y entran los militares y también disparan sobre el cuerpo de Allende", expresó.
ASAMBLEA NACIONAL POR LOS DERECHOS HUMANOS CHILE
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