EJECUTIVO INSISTE EN QUE ESTÁ “SIEMPRE ABIERTO AL DIÁLOGO”

Jueves 2 de junio de 2011 | 05:00


EJECUTIVO INSISTE EN QUE ESTÁ “SIEMPRE ABIERTO AL DIÁLOGO”

Crece tensión por conflicto mapuche y gobierno alerta ante fallo de Corte Suprema
Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, ha seguido de cerca el estado de salud de los cuatro comuneros que hoy cumplen 80 días en huelga de hambre.
 
Por Michelle Helguero S.




Con preocupación ven en La Moneda el actual conflicto mapuche que mantiene, hace 80 días en huelga de hambre, a los comuneros, Jhonatan Hullical, Héctor Llaitul, Ramón Llanquileo y José Huenuche, en la cárcel de Angol, a la espera que la Corte Suprema anule el juicio que los condenó a penas de 20 y 25 años, pues acusan que fueron juzgados con herramientas de la Ley Antiterrorista.

Los análisis en palacio apuntan a que si el fallo es adverso para los cuatro reos, el tema se transformará en una “crisis inminente” que “sí o sí estallará” en La Moneda. De hecho, la alerta lleva varias semanas encendida en la casa de gobierno, porque el desenlace de lo que suceda mañana, se centrará en el Ejecutivo. Ello porque de no anularse el juicio -dicen altas fuentes de La Moneda- están seguros que “va a haber una fuerte campaña de las comunidades mapuches por acusar al Estado de tener una legislación arcaica que no se aplica en ninguna parte del mundo, que atenta contra los derechos humanos y, es probable, que acusen al Ejecutivo en una Corte Internacional”.

Pero más allá del fuego que se abra contra el gobierno, existe una alta posibilidad de que los cuatro comuneros no depongan la huelga de hambre, poniendo en riesgo sus vidas. Ese sería el tema “más sensible” porque de alguna manera se deberán esgrimir estrategias para buscar una salida que no ponga en riesgo la integridad de nadie.

Los ministros de La Moneda han estado monitoreando de cerca el tema junto al subsecretario de la Presidencia, Claudio Alvarado, quien hasta el minuto ha sido el negociador. Desde allí trascendió que por lo menos en esta oportunidad, desde el día 1 de la huelga se presentaron los recursos de protección para que en caso de riesgo, se autorice desde los tribunales de justicia, la alimentación de los comuneros y evitar un desenlace fatal. Dicen que esta lección la aprendieron en la huelga de hambre que realizaron los mapuches de 2010 y que culminó en octubre, donde se interpusieron los recursos a última hora.




Diálogo “siempre abierto”


Otras fuentes del Ejecutivo afirman que el diálogo con los familiares y voceros de los comuneros ha estado siempre abierto, aunque admiten que durante estas últimas dos semanas, ha estado “stand by”, pero lo entienden como una estrategia comunicacional para presionar a sólo días de la resolución judicial. Por lo tanto, no pueden aparecer negociando con el gobierno en medio del llamado a manifestarse de la vocera Natividad Llanquileo, quien convocó hoy a una jornada de movilización nacional e internacional por la “libertad de los pueblos mapuches”, precedidad de una velatón en el frontis de la casa de gobierno realizada ayer en la tarde.

Si bien se han barajado varios escenarios de cómo el gobierno debe enfrentar el tema, “todo depende de la resolución judicial”, señalan. Porque saben que los canales de comunicación no se activarán rápido si la corte mantiene las condenas. Pero ya está previsto que cuando se calmen las aguas se concrete un encuentro entre el subsecretario Alvarado, Natividad Llanquileo y el arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, quien ha estado en contacto permanente con el gobierno monitoreando la salud de los comuneros.

Si bien el gobierno, no puede negociar nada en términos judiciales, sí se estaría evaluando mantener algunos de los beneficios con los que cuentan hoy los presos mapuches en Angol, como las visitas privadas, alejadas de los demás reos, con tiempo más prolongados y la posibilidad de habilitarles un espacio especial para sus ritos mapuches. Siempre con cautela, advierten en La Moneda.

Entre los escenarios que se barajan del fallo de la Corte Suprema están: que se anule el juicio, que se les ratifique la condena, o que se acoja la tesis de la defensa de los comuneros de que no hubo “dolo en el ataque al fiscal porque no sabían que iba en el auto que atacaron”, y allí incluso se les podría rebajarla condena

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