Santiago de Chile, 15 feb.-
Habitantes de la región de Aysén, en el sur de Chile, se alzaron contra el elevado costo de vida y el aislamiento que sufre esa zona, y decidieron ocupar un aeródromo y cortar hoy dos carreteras para exigir una respuesta del Gobierno central.
Habitantes de la región de Aysén, en el sur de Chile, se alzaron contra el elevado costo de vida y el aislamiento que sufre esa zona, y decidieron ocupar un aeródromo y cortar hoy dos carreteras para exigir una respuesta del Gobierno central.
Las quejas de los vecinos abarcan desde asuntos relacionados con la sanidad y el empleo hasta los problemas de comunicación en esta zona, plagada de pequeñas islas, ríos y lagos, situada a 1.300 kilómetros al sur de Santiago y con adversas condiciones climáticas.
"Se ha formado una coalición ciudadana en Aysén que reúne a organizaciones sociales de todos los ámbitos, pescadores, campesinos, juntas de vecinos, trabajadores públicos", declaró hoy a Efe la alcaldesa de Puerto Aysén, Marisol Martínez.
Esa coalición, llamada Movimiento Social por la Región de Aysén, exige un subsidio al combustible, medidas especiales para sueldos y pensiones que compensen los altos precios, inversiones comprometidas con los pescadores artesanales y construcción de caminos.
"Aquí el costo de vida es el doble o el triple", aseguró la alcaldesa, que apoya las movilizaciones.
Los incidentes comenzaron el pasado lunes, cuando un centenar de pescadores artesanales ocupó una pista del aeródromo de Melinka, situado en la isla Ascensión, de apenas 1.500 habitantes, y a unos 1.370 kilómetros al sur de Santiago.
Ayer, unas 300 personas bloquearon con barricadas la ruta que une Puerto Aysén con Puerto Chacabuco.
Las movilizaciones siguen hoy en Melinka, con la toma del aeródromo y de servicios públicos; en Puerto Aysén, con el corte de la ruta que va a Coyhaique, y en esta última ciudad, con el bloqueo de la carretera que va al aeropuerto.
"Y se anuncian más movilizaciones", adelantan en un comunicado, sin más precisiones, los dirigentes de este movimiento.
Marcos Silva, uno de los portavoces de los pescadores artesanales de Melinka, relató a Efe que sus protestas también se dirigen contra la nueva ley de pesca, que a su juicio beneficiará a las empresas pesqueras.
Silva explicó además que solo cuentan con un médico que visita la isla cada quince días y que para llegar a Coyhaique, capital regional, tardan 36 horas en barcazas "de la Segunda Guerra Mundial".
Los dirigentes han pedido la presencia en la zona de los ministros de Economía, Hacienda y Trabajo y una solución inmediata que, según dijeron, llevan cuatro años esperando.
El año pasado, protestas ciudadanas similares se llevaron a cabo en la austral región deMagallanes y en la ciudad norteña de Calama.
Estas regiones se quejan del excesivo centralismo del Estado chileno, que tiene al 40 % de su población en Santiago, mientras el resto se reparte a lo largo de 4.000 kilómetros, que van desde el árido desierto de Atacama hasta la fría Patagonia.
(Agencia EFE)
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