El gobierno dejó ver su desprecio por la Agrupación de Detenidos Desaparecidos
Ricardo Candia Cares
Hinzpeter dispara su bronca facha contra las mujeres de los detenidos desaparecidos porque éstas no lamieron las botas del torpe presidente chileno. Al verlo en la tele con su corte de capitán de carabineros, es posible pensar que preferiría un pelotón de fusilamiento, un avión volando sobre el mar o un degüello.
A esta conducta de coherencia y consecuencia de las actuales autoridades que simplemente no creen en la verdad y la justicia, de por sí escandalosas para la gente bien nacida, se suma algo más terrible aún. El silencio de quienes debieran protestar por esta agresión a la Agrupación de Detenidos y Desparecidos y que sin embargo, guardan vergonzoso silencio.
Acostumbrado relacionarse con bisagras, subordinados y yes men, Piñera no encontró en el talante de esas mujeres que luchan una actitud sumisa. Ellas y muchos hombres y mujeres dignas no cuentan los años en su lucha por verdad y justicia. No buscan ni la reparación mezquina, ni la respuesta acomodada. Lo de ellas, lo de los hombres y mujeres dignas de este país es un valor que supera el cálculo, ignora la amenaza y no teme al criminal.
¿Qué compromiso real con los Derechos Humanos pueden tener esos personajes que ahora se sacuden de las salpicaduras de la dictadura? No hace mucho un facho de tomo y lomo que fungió un par de meses como Embajador en Argentina debió dejar su cargo por decir la verdad. Lo que piensa él, sus jefes y sus correligionarios. Ese oscuro personaje funcionario de la dictadura fue nombrado por Piñera en ese cargo, sabiendo su currículo y lo que piensa.
Hinzpeter cree que respetar los derechos humanos es no matar, perseguir ni torturar. Las reuniones de Piñera con los militares acusados de crímenes de lesa humanidad, más de alguno recordará, hecha a puertas cerradas, no habrá sido para jugar al cacho. Más aún cuando esos mismos criminales reconocen la existencia de un compromiso de impunidad.
A Hinzpeter le parece una falta de respeto decir la verdad. Y habla por orden de su patrón en contra de la postura digna de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos. Da la impresión que el Ministro intenta dejar bajo la alfombra las secuelas de los crímenes amparados por muchos de sus colegas de gobierno. Que ahora la falta de hombría los haga decir yo no sabía, es otro cantar.
Hinzpeter no tiene respeto por esas mujeres. Obedeciendo ciegamente las ordenes de su jefe, salta al abordaje con la vana intención de desacreditar lo dicho por ellas. Acusa de torpe la conducta de la Agrupación que dijeron en su cara a Piñera su falta de compromiso con los derechos humanos.
El Ministro del Interior acusa a quien quiera escucharlos que las mujeres de los detenidos desparecidos molestaron a su patrón. Era que no. Esas mujeres con su luto y la fotografía de un familiar en su solapa les recuerdan lo incómodo que es vestir de demócratas cuando en verdad fueron cómplices y encubridores de los crímenes de la Dictadura.
ASAMBLEA NACIONAL POR LOS DERECHOS HUMANOS CHILE
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