A pesar que el sindicato criteriosamente solicitó la mediación del obispo Marco Órdenes, que esperó con paciencia cerca de una semana a que la empresa se decidiera a aceptarla y después de que la justicia ordenó reponer la mesa de negociaciones que Minera Collahuas públicamente había quebrado, el sindicato suponía que se entraba en un camino de cordura.
Sin embargo, Minera Collhuasi insiste en descolgar trabajadores del movimiento. La compañía persiste en el descuelgue invocando el artículo 381 del Código del Trabajo, sin embargo, no aclara que esta norma establece un procedimiento que Minera Collahuasi no ha cumplido, por cuanto la oferta planteada en sus boletines oficiales ha sido selectiva, coactiva y condicionada.
Por tanto, no cumple con lo prescrito en el mencionado artículo 381 que dice textualmente “si los trabajadores optasen por reintegrarse individualmente a sus labores, de conformidad a lo dispuesto en este artículo, lo harán, al menos, en las condicones contenidas en la última oferta del empleador”.
Según el Artículo 370, inciso final, del Código del Trabajo, “se entiende por última oferta u oferta vigente del empleador, la última que conste por escrito de haber sido recibida por la comisión negociadora y cuya copia se encuentre en poder de la Inspección del Trabajo respectiva”.
Además, lo planteado por la empresa viola flagrantemente lo establecido en el artículo 382 del Código del Trabajo que prohíbe la negociación individual y que dice textualmente “mientras los trabajadores permanezcan involucrados en la negociación colectiva, quedará prohibido al empleador ofrecerles individualmente su reintegro en cualquier condición, salvo en las circunstancias y condiciones señaladas en el artículo anterior”, vale decir el 381.
Al persistir de esta manera en el descuelgue individual, Minera Collahuasi sólo está politizando el conflicto, ya que, en vez de obedecer la ley, confronta concepciones sobre las conductas de los trabajadores en una huelga, cuestión en la que no debe entrometerse, puesto que es un problema de quienes están participando en el movimiento, no de la empresa. Así, Minera Collahuasi está extendiendo al plano ideológico una lucha reivindicativa al pretender dirigir el comportamiento de los trabajadores en una huelga. Reiteramos que aquello es un problema interno del sindicato, no de la empresa.
Debe aclararse también que, si un trabajador cede ante la presión de los supervisores, sólo podrá optar a la última oferta entregada el día 25 de octubre de 2010 en la Inspección del Trabajo y votada el 27 del mismo, la que fue rechazada casi unánimemente. Dicha oferta fue menor a la entregada verbalmente en los Buenos Oficios, ya que nunca fue legalizada formalmente y es menor a los beneficios obtenidos en la última negociación de 2007, puesto que el empleador no ha hecho ninguna otra oferta fomal a la comisión negociadora del sindicato. Sólo a través de la comisión negociadora del sindicato se puede efectuar una oferta válida.
Por último, es de esperar que Minera Collahuasi entregue la lista de los descolgados y cumpla con su palabra emprendida públicamente y cancele al sindicato la multa de cinco millones por cada uno de los rompehuelgas que dice tener bajo su protección.
Rodolfo Saavedra Navarrete
ASAMBLEA NACIONAL POR LOS DERECHOS HUMANOS CHILE
No hay comentarios.:
Publicar un comentario