POR FEDERICO QUILODRAN
THE ASSOCIATED PRESS
SANTIAGO DE CHILE -- Mientras el gobierno, los estudiantes y los maestros no logran sentarse a una mesa de diálogo para terminar con la prolongada crisis en el sector, los jóvenes convocaron a una nueva jornada de protesta.
El gobierno de Santiago autorizó la marcha convocada para la mañana del jueves pero dio permiso para un recorrido alejado del centro capitalino, pese a que los estudiantes deseaban desfilar por la céntrica avenida Bernardo O'Higgins.
La intendenta (gobernadora) regional, Cecilia Pérez, elogió la disposición de los convocantes a aceptar el recorrido de unas 40 cuadras que les fijó para la marcha, que concluirá con un acto artístico junto a una sede universitaria. El gobierno ha prohibido las dos últimas marchas por la avenida Bernardo O'Higgins, que pasa por detrás de la sede de gobierno, temeroso de los desmanes y destrozos que pequeños grupos causan al término de las manifestaciones.
"Este es el camino que nos espera, el diálogo, la conversación para poder concordar las cosas en conjunto", dijo Pérez.
Las marchas que se realizan desde junio han convocado en cada oportunidad a decenas de miles de manifestantes que demandan fuertes cambios en el sistema educacional chileno y sobre todo el fin del lucro en la educación. Pero el gobierno sólo ha aceptado regular y controlar el lucro. También entregó una propuesta de 21 puntos que fue rechazada por insuficiente por los dirigentes estudiantiles universitarios y secundarios y por los dirigentes del Colegio de Profesores.
El nuevo ministro de Educación, Felipe Bulnes, que reemplazó al removido Joaquín Lavín en medio de las protestas, anunció en el Congreso -donde el gobierno ha centrado su búsqueda de acuerdo- que aumentará de 40% a 60% los estudiantes beneficiados por becas estatales y al mismo tiempo reducirá los intereses para los alumnos que contraten créditos con aval del Estado para pagar sus estudios.
Sin embargo, los estudiantes y maestros aún no aceptan la propuesta del Congreso impulsada por los presidentes de ambas cámaras, el centroizquierdista Guido Girardi y el derechista Patricio Melero, para establecer una mesa de diálogo entre todos los sectores.
Los estudiantes exigen garantías de que el gobierno acogerá sus demandas y las implementará.
Un primer acercamiento con los legisladores lo tuvieron la noche del martes los dirigentes universitarios y secundarios al asistir a una reunión con senadores en la que debatieron sus demandas.
El gobierno está preocupado por la radicalización de las protestas, que de continuar coincidirán con el inicio de septiembre, un mes de tradicionales protestas en Chile por el aniversario del golpe militar de 1973.
Mientras tanto, un grupo de estudiantes secundarios mantienen una huelga de hambre de un mes, que tres de ellos el martes acentuaron al hacer un ayuno seco. Varios de los jóvenes han tenido que deponer su protesta afectados por su deterioro físico.
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